Cuando todo va mal, necesitas a alguien en el que apoyarte, y es cuando te das cuenta de que esas personas que están a tu lado en los mejores y más divertidos momentos, no se van de tu lado en los malos, te ofrecen un hombro para llorar y unas sonrisas que hacen que se te olviden todos los problemas, y esbozan una pequeña sonrisa en tu cara, que pronto se convertirá en una grande, y todo gracias a ellos. Esa sensación de que te comprenden y hacen lo posible por hacerte olvidarlo por instantes, haciéndote pasar unos momentos increíbles y, al final, consiguen lo que querían, ya ni te acuerdas de por qué estabas mal, y entonces se te pasa por la cabeza una vida sin ellos, una vida sin alegría y sin nada por lo que seguir, y te das cuenta de que el 90% de tu vida la forman ellos, con sus tonterías, sus manías y defectos, te das cuenta de la gran importancia que tienen en tu vida.
Gracias por asumir ese papel, por disfrutar conmigo, por aguantarme y por todo eso que ya sabéis.
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