Despertarme, y antes de abrir los ojos, puedo visualizarte en mi cabeza mirándome y sonriéndome. Me levanto y comienza el día teniéndote en mi mente a cada minuto, y así hasta que logro concentrarme para estudiar algo, y es entonces cuando miro el móvil con esperanza de que me hayas hablado, de que solamente tú me hayas hablado. Sería gracioso que vieras mi sonrisa cuando veo que esa personita que me ha hablado has sido tú, y, aunque parezca absurdo y difícil de creer, me llenas de alegría, pero una alegría inmensa. Ya no te digo cuando me dices que me amas y que soy lo más importante en tu vida, pero yo solo te pido una cosa, que sientas cada "te quiero" que me digas, ya que una de las cosas más importantes para mí es la sinceridad, y en el momento en que no lo sientas, no me lo digas, prefiero eso a escuchar un "te quiero" mil veces, pues pierde todo el sentido de la palabra.
A lo largo del día, inevitable no escuchar alguna canción que me recuerde a ti, he llegado a pensar que todas las canciones me recuerdan a ti.
Me voy a acostar, y es en ese momento cuando más me apetece un gran abrazo de los tuyos de oso. Me duermo, y no hay día que no me despierte con el recuerdo de haber soñado contigo.
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